Cuando conocí la finca El Pendolero fue un flechazo a primera vista, desde el primer momento supe que quería que mi boda se celebrara allí, las vistas y el lugar tienen un encanto tan especial que hicieron que ese día fuera mágico.
Marian desde el primer momento se brindó a ayudarnos a todo y modificó todas aquellas cosas que no nos gustaron (aunque eran pocas).
La comida fue deliciosa, el cóctel muy abundante y la recena riquísima también, los invitados quedaron encantados.
Además te ponen todas la facilidades para contratar servicios adicionales sin obligarte a cogerlos a través de ellos (no te obligan a poner fotógrafo ni nada de ese tipo que en muchas fincas te lo imponen y si no lo quieres tienes que pagar)
Mailo Ortiz de Urbina
Fue un día maravilloso y si volviera atrás volvería a celebrarlo en El Pendolero sin ninguna duda.
