Cartel para la revista de arte “Pel y Ploma”
Que guapa es y que bien lo ha pasado esta joven durante el baile.
Igual que más de diez mil personas que participan en las celebraciones de Pendolero todos los años.
Después del baile, cansada pero contenta, reclinada en el sofá, tan elegante.
Y la musa de Ramón Casas era casi siempre Julia Peraires. Julia, nombre indisociable a Pendolero, por Julia Herrera que construyó la casa y la vivió durante setenta años. Julia, es un nombre que hoy resuena a diario en estas paredes.